Se cierra en Gijón el seminario sobre la falta de oportunidades laborales para la mujer en el mundo rural, con análisis y propuestas para impulsarlas
USO ha celebrado hoy su segunda y última jornada del seminario “La falta de oportunidades laborales para las mujeres en el mundo rural como pieza clave de la despoblación” en Gijón. En esta última mesa, se ha recogido el hilo de los análisis anteriores para profundizar en las posibles soluciones.
El secretario general de USO-Industria en Castilla y León y de USO-Ponferrada, Gabriel Garnelo, ha reiterado el injusto rol que ha desempeñado la mujer rural. Así, se ha referido a su manido papel “secundario”, destacando además las enormes comillas de la palabra secundario: “nada menos que llevar la casa, la crianza, los cuidados, la educación de los hijos… pero también el trabajo más invisibilizado de las explotaciones agroganaderas, sin figurar en lo importante: en la titularidad”. Por ello, incidió en una de las ideas que ya se plantearon en la jornada anterior, como es potenciar la propiedad femenina en el campo. Algo que ha mejorado en los últimos, pero con las mujeres aún por debajo “en su titularidad, sí, pero no en el reparto de las cargas y el trabajo”.
Pero, además, ha pedido que las Administraciones se impliquen en planes reales para dotar en la práctica de iguales derechos laborales a la mujer en el mundo rural y potenciar el talento femenino. “Con discriminación positiva, incluso. Fijar la población femenina es imprescindible, porque el éxodo se da entre las mujeres de 16 a 44 años. Y no hay que explicar lo que supone eso para pensar en futura población. Pero, además, no se puede pensar en la mujer solo para el sector agrario o los servicios. También hay gran industria periférica donde la mujer sigue pesando muy poco y hay estigmas: nos hemos encontrado con respuestas como que no tienen formación para ese puesto, al mismo tiempo que también te dicen que están sobrecualificadas”, denuncia Garnelo.
52 millones de puestos de trabajo en cuidados
Carmen Quintanilla, presidenta de Afammer, abrió la puerta a otro gran sector por explotar para la empleabilidad femenina en el ámbito rural. “Hay que pensar en el envejecimiento también como una oportunidad. Hace unas décadas, había una corta esperanza de vida. Hoy, por suerte, envejecemos. Y ese porcentaje de gente mayor es mayor en los pueblos. La tercera edad necesita cuidados, pero también ocio. El ocio en los pueblos es fuente de vitalidad, de comunidad y también de empleo”, destacó.
Pero, efectivamente, los cuidados se llevan la mayor parte de las necesidades. “Según estimaciones de la Unión Europea, hacen falta 52 millones de cuidadoras en el continente. Es decir, 52 millones de puestos de trabajo, cuya cobertura debe canalizarse en la Estrategia Europea de los Cuidados. Digo cuidadoras porque sí, sigue siendo un trabajo mayoritariamente femenino. Involucrar y emplear a los hombres es básico, pero, para unos o para otros, para las mujeres por el momento, es una oportunidad laboral y de arraigo en las áreas menos pobladas”.
Patrimonio y producción de calidad frente a parques temáticos
Por parte de la Universidad de Oviedo, participó en el seminario el investigador Santiago Rodríguez. Este forma parte del proyecto europeo Culturality (CULTUral heritage in RurAL remote areas for creative tourism and sustainabilITY), desarrollado por universidades de varios países comunitarios.
En su introducción a la situación del mundo rural, Rodríguez destacó cómo, a mitad del siglo pasado, hubo un éxodo propiciado: “entonces, la consigna era: necesitamos mano de obra en las fábricas, en las minas. ¡Vente a la ciudad! Y, ahora, esas mismas Administraciones que pidieron el cambio se dan cuenta de que el campo se quedó vacío”.
En cuanto al futuro laboral en esas comarcas, aboga por un turismo más cultural y sostenible, “cuidando de no convertir pueblos o zonas enteras en monocultivo, pero del turismo, llegando incluso a auténticos parques temáticos de lo rural. Ya se han empezado a notar fricciones entre población local y un turismo estacional y masivo, y hay que recordar que ese turismo estacional o las segundas residencias no fijan población ni crean empleo estable”. Por ello, tanto en el sector primario como en el terciario, “hay que apostar por la calidad”.
En turismo, “con políticas mucho más restrictivas para el cuidado y conservación del patrimonio cultural. No solo se convertirá en fuente de riqueza, sino que también debe servir para compensar y contribuir con quien efectivamente cuida de ese entorno. Por ejemplo, en Francia hay una remuneración directa para aquellos que tienen elementos culturales en sus terrenos y los cuidan y protegen”. Y, en el primer sector, “yendo al producto de calidad. No podemos competir con la superproducción de países como Brasil o Estados Unidos. Tenemos pequeñas explotaciones que deben centrarse en un producto más cuidado y con mejores propiedades”.
Sí hay dinero para repoblar el campo
Cerró este último panel la italiana Emanuela Dragonetti, presidenta de MCL en Potenza, al sur del país. Reivindicó que la mujer, “cuando es independiente y autónoma, es un factor de crecimiento para el área rural”. Entre los problemas de los intentos de retorno al campo, destacó la falta de vivienda. Y, como acicate a la llegada de mujeres, “líneas de créditos o microcréditos para emprendedoras, no grandes proyectos dependientes de subvenciones, y facilitar espacios para el coworking“.
Todos los ponentes coincidieron en que esos macroproyectos dependientes de fondos europeos u otras ayudas, como ya destacaron también en la jornada anterior, crean una riqueza efímera: hasta que dejan de financiarse externamente. Y afirmaron en conjunto que sí hay y ha habido dinero para el campo: el problema ha sido la gestión de esos fondos, el seguimiento de las inversiones y no haber utilizado buena parte de ellos para garantizar servicios de calidad en el área rural.
Tras el fin del primer panel, se dio paso a las conclusiones. En ellas, se destacaron los principales puntos expuestos por los ponentes; tanto en análisis como en conclusiones. Y se invitó formalmente a los asistentes a participar en la segunda parte del seminario, en enero en Matera, al sur de Italia. Un paradigma de reconversión de un pueblo que lideró la pobreza del país y que es hoy un foco de turismo y rentas mucho más altas.
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